El presidente electo Rodrigo Paz Pereira anunció que su gobierno impulsará una reforma profunda del sistema aduanero boliviano, con el objetivo de eliminar la corrupción, reducir costos arancelarios y facilitar el comercio formal.
La propuesta plantea la creación de aduanas público-privadas que compitan entre sí para ofrecer mejores servicios a ciudadanos y empresas.
“Queremos transformar la filosofía de cómo funciona la Aduana, llevándola a un modelo público-privado. Que haya varias aduanas, no solo una, que compitan entre ellas para atender mejor al ciudadano. Que quien trae su producto tenga opciones: Aduana 1, 2, 3, 4 o 5. Cada una tendrá que competir para darte un mejor servicio”, explicó Paz en entrevista con Red Uno.
El mandatario electo afirmó que la actual estructura de la Aduana Nacional requiere un cambio de enfoque para dejar atrás prácticas burocráticas e ineficientes, y reconoció que la corrupción dentro del sistema ha distorsionado el mercado.
“La Aduana es un antro de corrupción, y todos lo saben. No digo que todo su personal esté involucrado, pero hay corrupción. El sistema actual castiga al que quiere hacer las cosas legalmente”, señaló.
Paz ejemplificó la problemática con los llamados “autos chutos”, señalando que los altos aranceles fomentan la informalidad.
“Un auto chuto cuesta unos 15.000 dólares, pero el mismo vehículo legalmente importado llega a costar hasta 30.000. Si bajamos los aranceles, ese auto podría costar 17.000, pero con papeles y registro. Ser legal debe ser más barato que ser ilegal”, subrayó.
El presidente electo aclaró que la reforma no busca reducir ingresos fiscales, sino ampliar la base de contribuyentes mediante un sistema más ágil, competitivo y transparente.
“Puede parecer que el Estado recibirá menos recursos, pero es todo lo contrario. Cuanta mayor amplitud generes y menor costo al valor arancelario, más gente se va a formalizar. Es una apuesta por la legalidad y la eficiencia”, concluyó.
