Una joven de 28 años, identificada como Marilha Menezes Antunes, perdió la vida en Río de Janeiro tras someterse a una liposucción con injerto de glúteos, procedimiento que le fue obsequiado por sus padres como regalo de cumpleaños.
La cirugía se realizó el 1 de septiembre en una clínica privada. Aunque inicialmente se informó que cumplía con las condiciones necesarias, durante la operación la paciente sufrió complicaciones que derivaron en broncoaspiración y paro cardiorrespiratorio. Posteriormente, el Instituto Médico Forense determinó que la causa del fallecimiento fue una hemorragia interna.
Familiares denuncian que la clínica no contaba con equipos adecuados de emergencia y que la ambulancia tardó en llegar, impidiendo una atención oportuna. Tras el deceso, la familia inició acciones legales contra el centro estético, al que responsabilizan por negligencia.
Marilha dejó en la orfandad a un hijo de seis años. El caso continúa en investigación.







