El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, ordenó el envío del grupo de ataque del portaaviones Gerald R. Ford y su ala aérea asociada hacia la región del Caribe, en un aumento de la presencia militar estadounidense en la zona.
Según el Pentágono, la misión busca “desmantelar organizaciones criminales transnacionales y combatir el narcotráfico”. Sin embargo, analistas internacionales cuestionan si este despliegue responde únicamente al combate de drogas o forma parte de la estrategia del presidente Donald Trump para presionar al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, incluyendo posibles ataques dentro del país.
El portaaviones Ford, considerado el buque de guerra más grande del mundo, ya participó en un ataque nocturno contra una embarcación vinculada a un cártel de drogas, que según Hegseth dejó seis muertos. Este hecho eleva a 10 el número de embarcaciones atacadas y a 43 el total de víctimas desde que comenzó la operación el mes pasado.
La medida ha generado inquietud en la región y llama la atención sobre el aumento de la tensión militar y política entre Estados Unidos y Venezuela.







