La crisis de combustible continúa afectando gravemente el transporte público en Santa Cruz de la Sierra, donde solo el 50% de los micros están operando debido a la escasez de diésel. La situación ha generado caos en la movilidad de la ciudad y ha impactado a miles de ciudadanos que dependen de este servicio para sus desplazamientos diarios.
Segundo Ricaldi, ejecutivo del Transporte Público en Santa Cruz, denunció que el Gobierno no ha cumplido con los acuerdos previos para garantizar que el sector reciba prioridad en el abastecimiento de combustible en los surtidores. Esto ha ocasionado largas filas de vehículos de servicio público en busca de diésel, afectando gravemente el normal funcionamiento del transporte urbano.
“Nos encontramos prácticamente sin combustible. En muchos surtidores de YPFB, están exigiendo requisitos adicionales para abastecer a los surtidores privados que suministran a nuestras líneas, lo que ha complicado aún más la situación”, indicó Ricaldi. Además, destacó que esta escasez perjudica directamente a los barrios de la ciudad, afectando a amas de casa, estudiantes y trabajadores que dependen del transporte público para sus actividades cotidianas.
Esta crisis no solo afecta a Santa Cruz, sino también a otras regiones del país. En La Paz, los dirigentes del sector de transporte se encuentran reunidos en una asamblea nacional para definir medidas de presión en caso de que el Gobierno no proporcione una solución inmediata. Entre las acciones contempladas se incluyen un posible paro nacional que comenzaría el lunes, con la suspensión total del servicio y bloqueos en diversas ciudades del país.
A nivel departamental, el sector de transporte urbano en Santa Cruz ha decidido no acatar un paro, pero en su lugar realizará diversas medidas de protesta, tales como marchas, tomas y vigilias en puntos estratégicos de la ciudad para hacer sentir su malestar y exigir respuestas inmediatas.
Esta crisis refleja la urgente necesidad de que las autoridades nacionales tomen medidas efectivas para garantizar el abastecimiento de combustible y evitar que la situación empeore aún más, afectando a millones de ciudadanos que dependen del transporte público para su movilidad diaria.
