La crisis en la distribución de combustible continúa afectando a gran parte del país. Transportistas denuncian que el presidente Luis Arce no cumplió con su compromiso de normalizar el suministro de diésel y gasolina desde el lunes 26 de mayo, y ratifican que irán a un paro nacional el próximo martes 3 de junio.
Las filas en surtidores se mantienen largas y persistentes, tanto en las ciudades del eje troncal como en regiones rurales. Esta situación ha generado molestia en el sector del transporte, cuyos representantes acusan al Gobierno de incumplir su palabra.
“El mismo presidente aseguró que este problema se solucionaría desde el lunes, pero no hay cumplimiento. Nuestra protesta se debe a que no han cumplido”, manifestó Lucio Gómez, secretario ejecutivo de la Confederación Sindical de Chóferes de Bolivia.
La molestia también se extiende a sectores productivos, que advierten que la escasez de carburantes afecta seriamente las actividades económicas y agrícolas. Exigen una solución estructural y urgente.
Mientras tanto, los bloqueos ya comenzaron en puntos clave del país. En La Paz y El Alto, choferes instalaron protestas con fogatas y cortes de ruta. En Santa Cruz, los vehículos hacen filas dobles en zonas como la Doble Vía a La Guardia y el 5to anillo, afectando gravemente la circulación.
