La ciudad de La Paz amaneció prácticamente secuestrada por los bloqueos, luego de que choferes del transporte público instalaran cerca de 48 puntos de corte, provocando un caos total en la circulación vehicular y dejando a miles de ciudadanos atrapados sin poder llegar a sus destinos.
Desde las primeras horas del día, avenidas principales y zonas estratégicas quedaron cerradas con buses, minibuses y promontorios de tierra, generando largas filas, caminatas forzadas y desesperación entre trabajadores, estudiantes y pacientes que intentaban trasladarse a hospitales y centros de salud.
La medida de presión, asumida por el sector del transporte, responde al conflicto por el incremento de costos operativos y la falta de respuestas concretas de las autoridades. Sin embargo, el impacto ha recaído directamente sobre la población, que denuncia perjuicios económicos, retrasos y una ciudad completamente colapsada.
El panorama se agrava ante la advertencia de los choferes de radicalizar las medidas si no se atienden sus demandas, mientras La Paz permanece prácticamente inmovilizada y bajo una creciente tensión social.
