Un hecho insólito y alarmante ocurrió en una comisaría de Santa Cruz. Un aprehendido, que sufrió dos episodios de descompensación dentro de su celda, pidió auxilio de forma insistente sin recibir atención inmediata. Según el reporte, pasaron varias horas antes de que finalmente fuera trasladado a una clínica.
Ya en el centro médico, el policía asignado a su custodia lo dejó abandonado, sin manillas y sin cumplir ningún protocolo de seguridad. Los médicos lo estabilizaron y, al darle el alta, le indicaron que podía retirarse, sin saber que no había ningún efectivo policial acompañándolo.
En un hecho inusual, el propio aprehendido decidió volver caminando por su cuenta a la comisaría y reingresar voluntariamente a su celda.
El caso expone una grave negligencia policial y ya generó cuestionamientos sobre los protocolos de custodia y atención a personas privadas de libertad.

